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Chief Sustainability Officer
Rebecca is responsible for driving Unilever’s overall sustainability strategy
and transformational change in priority areas for the USLP and Compass, such as
climate change, the circular economy and opportunities for women.
Con motivo del 75 aniversario de Naciones Unidas este año, su propósito -mantener la paz y la seguridad internacional, desarrollar relaciones amistosas entre naciones y promover el progreso social- hoy en día es más relevante que nunca.
La peor crisis sanitaria mundial de su historia es un claro recordatorio de la necesidad de una cooperación más estrecha entre fronteras, sectores y generaciones.
Para celebrar este hito de 75 años, nuestra Directora de Sostenibilidad, Rebecca Marmot, que ha trabajado estrechamente con la ONU durante muchos años, reflexiona sobre nuestra colaboración de éxito.
Los nacidos después de 1945 no conocen un mundo sin la ONU. Sin embargo, la idea de que todos los países deberían unirse para encontrar soluciones a los problemas fue radical cuando se creó la ONU tras la Segunda Guerra Mundial.
En un mundo devastado por los conflictos, existía la voluntad de una mayor colaboración para tratar de resolver los distintos desafíos compartiendo perspectivas y cooperación, incluso siendo distintos.
Esto marcó el comienzo de una nueva era en la diplomacia multilateral y nació una institución con un mandato que cubría amplia gama de temáticas.
Además de las misiones de emergencia, el trabajo con los refugiados y el mantenimiento de la paz, la ONU está involucrada en todo, desde la protección medioambiental y el desarrollo sostenible, hasta los derechos humanos y la igualdad de género.
Con el crecimiento de la ONU, se comprendió que las soluciones no vendrían únicamente de la diplomacia multilateral. El auge de la globalización significó la necesidad de un compromiso multisectorial e intersectorial, entre la sociedad pública, privada y civil.
En 2006, el Pacto Mundial de la ONU creó un espacio que podría reunir a los estados miembros con representantes de empresas, sindicatos u otros grupos. Para Unilever, este fue el inicio de una asociación estrecha y duradera.
El propósito de Unilever de hacer que un estilo de vida sostenible sea algo común, está estrechamente alineado con la misión de la ONU. Muchos de los temas en los que trabaja la ONU son pertinentes para aquellos que nos preocupan como empresa. Proporcionamos regularmente perspectiva del sector privado en áreas de interés común como el cambio de hábitos de higiene y el empoderamiento de las mujeres.
En 2013, ayudamos a desarrollar una guía sobre colaboraciones comerciales con la ONU. Esto consolidó a Unilever como una voz respetada del mundo empresarial y nos llevó a involucrarnos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y, fundamentalmente, en la evolución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los ODM proporcionaron algunos objetivos de desarrollo comunes y, aunque se logró cierto progreso, fue desigual. Es más, el sector privado no participó adecuadamente. La ONU decidió realizar una serie de consultas sobre que hacer en 2015 cuando los ODM lleguen a su fin.
Nuestro CEO en ese momento, Paul Polman, fue invitado a unirse al High-Level Panel del Secretario General, Ban Ki-moon, sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015. Como parte de esto, ayudamos a dar forma a una propuesta para lo que se convertiría en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los ODS de la ONU son el plan global para crear un mundo mejor. Abordan la pobreza, el hambre y el cambio climático, junto con otras cuestiones fundamentales para el progreso humano y el desarrollo sostenible como, por ejemplo, la igualdad de género, el agua potable y el consumo y la producción responsable.
La escala y el alcance de empresas como Unilever significa que podemos contribuir y beneficiarnos de esta oportunidad única en la vida de mejorar la sociedad y el medio ambiente y el crecimiento de las economías que conlleva el cumplimiento de los ODS.
Si las empresas no logran respaldar los ODS, los costes y la incertidumbre de hacer negocios aumentaran. Por otro lado, si una masa crítica se une al movimiento, creará una fuerza imparable para siempre.
Para abordar los problemas globales relevantes para Unilever e impulsar el cambio, utilizamos un modelo basado en tres pilares: promoción, asociaciones y escala.
Apostamos por cambios más amplios en los sistemas para mejorar el entorno operativo. Lo hacemos trabajando con socios para influir en las decisiones sobre temas que son importantes para nuestros objetivos comerciales a corto y largo plazo, por ejemplo, sistemas alimentarios, plásticos y climáticos.
Impulsamos la acción a través de asociaciones con varias agencias de la ONU. Por ejemplo, trabajamos con ONU Mujeres para avanzar en nuestros esfuerzos por la igualdad de género (ODS 5) y también con UNICEF en áreas como el agua potable y el saneamiento (ODS 6). Nuestra asociación de UNICEF con Domestos y Lifebouy da vida a esto.
Posteriormente escalamos estas actividades de promoción y asociación para maximizar nuestro impacto. Esto puede hacerse a través del trabajo con gobiernos, como en India, en sus programas de agua, saneamiento e higiene. Cada vez más, podemos llegar a millones de personas a través de activaciones móviles y digitales.