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Un futuro más justo para las personas que cultivan nuestros ingredientes

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A medida que encontramos nuevas formas de empoderar a los pequeños agricultores que ayudan a alimentar al mundo y proporcionan ingredientes básicos para nuestros productos, estamos reflexionando sobre los éxitos y las lecciones de nuestra innovadora colaboración: el Fondo para la Mejora de la Calidad de Vida de las personas.

Three baskets in a row containing orange tangerines, green okra and brown cocoa beans

En una gran parte del planeta, cerca de 450 millones de personas obtienen gran parte de sus ingresos trabajando en las pequeñas propiedades familiares.

Son administradores del medioambiente, desempeñando un papel crucial en la protección y regeneración de la tierra que conocen tan bien y todos dependemos de ellos para obtener alimentos.

Sin embargo, los pequeños agricultores constituyen una gran proporción de las personas más pobres del mundo. Muchos viven con menos de 2 dólares al día y, en algunos lugares, los pequeños propietarios abandonan la tierra para ganarse la vida en otros lugares.

Ayudan a alimentar al mundo. Y necesitan nuestro apoyo.

Las personas que cultivan nuestros alimentos e ingredientes son esenciales para nuestro futuro. Necesitamos hacer que la agricultura sea viable y sostenible y debemos empoderar a una nueva generación de agricultores y pequeños agricultores.

Esto siempre ha estado en el centro de nuestro trabajo con los pequeños agricultores y es una piedra angular de nuestro nuevo Fondo para el Clima y la Naturaleza de mil millones de euros, lanzado en junio de 2020. En la próxima década invertiremos en proyectos que renuevan paisajes, reducen emisiones de carbono o reforestan y restablecen los hábitats silvestres.

Desde 2015, está también ha sido la misión del Fondo para la Mejora de la Calidad de Vida de las personas (ELF de sus siglas en inglés), una iniciativa conjunta de cinco años creada por Unilever, Oxfam y la Fundación Ford.

En el momento que ELF llegue a finales de este año estaremos celebrando sus éxitos y aprendiendo lecciones que hemos aprendido durante nuestro trabajo en el apoyo a las personas que cultivan nuestros alimentos en el futuro.

En la mayor parte del mundo, la inclusión de agricultores y pequeños agricultores en la producción agrícola sostenible es el motor de cambio más importante para detener la deforestación, recuperar los bosques y regenerar la naturaleza. Son los administradores de la tierra y debemos empoderar y trabajar con una nueva generación de agricultores y pequeños propietarios para dar un paso adelante en la regeneración del medioambiente.

Marc Engel, Unilever Chief Supply Chain Officer

Impulsar la resiliencia en un mundo impredecible

Two women with large triangular hats and wicker picking baskets on their backs walk in a field of high green crops

Clima extremo. Precios fluctuantes. Una pandemia.

Acontecimientos impredecibles como estos pueden afectar mucho a los pequeños agricultores, especialmente si la mayor parte de sus ingresos provienen del cultivo de un solo terreno.

ELF ha apoyado programas que fomentan la resiliencia de los agricultores ante los impactos y las variaciones, ayudándoles a encontrar fuentes adiciones de ingresos, diversificando los cultivos y aumentando de manera sostenible su rendimiento. Para calificar, todos los proyectos ELF tienen que minimizar el riesgo para los pequeños agricultores, empoderar a las mujeres en la cadena de suministro o mejorar las condiciones de los trabajadores, al tiempo que apoyaban nuestros objetivos de abastecimiento sostenible.

Desde que se lanzó ELF en 2015, ha financiado seis modelos de proyectos, que cubren una variedad de cultivos en ocho países y que ha llegado a más de 12.500 pequeños agricultores que cultivan nuestros pepinillos, té, cacao, ylang ylang, vetiver, azúcar de coco, caña de azúcar y tomates.

Marcando la diferencia en el terreno

Entonces, ¿cómo los son los proyectos ELF en acción?

Nuestro primer proyecto ELF, que trabaja con productores de pepinillos en India, es un claro ejemplo. En asociación con uno de nuestros socios, Marcatus QED, apoyamos a una red de productores de pepinillo con formación para agricultores, prácticas agrícolas climáticamente inteligente y orientación familiar sobre nutrición e higiene.

Se usó tecnología para superar las barreras de aprendizaje de los agricultores menos alfabetizados, lo que significa que los agricultores pueden escoger su propio tiempo de aprendizaje. Y nuestra evaluación mostró un aumento del 24% en los ingresos netos en comparación con un grupo de no participantes.

Puede leer más sobre los proyectos ELF finalizados en el carrusel a continuación.

Rompiendo las barreras para las mujeres agricultoras

Three women in bright saris smiling on sloping field of bright green plants.

En sectores con predominancia masculina, el 51% de las participantes en los proyectos de ELF fueron mujeres, lo que refleja nuestro compromiso más allá de mejorar el acceso de las mujeres a la formación y las habilidades.

Este compromiso fue fundamental en la forma en la que se diseñaron los proyectos, por ejemplo, organizando horarios para que las mujeres tuvieran libertad para asistir.

Más ingresos y un futuro más brillante

Queríamos que aumentaran los ingresos de los agricultores y, aunque los programas de estas características son complejos, nos alienta el impacto positivo en los ingresos de las personas de casi todos los proyectos apoyados por ELF.

Es más, todos los programas continúan de algún modo, por lo que continuaremos viendo más productores y agricultores empoderados en nuestra cadena de suministro. Y cuando las ideas funcionen, las ampliaremos. Lo estamos haciendo ahora en nuestra cadena de suministro de cacao, utilizando el modelo que desarrollamos con 448 pequeños productores de cacao de Costa de Marfil. Esa asociación, con nuestro proveedor Barry Callebaut y el socio One Acre Fund, tenía como objetivo mejorar la calidad de vida de los pequeños agricultores mediante la diversificación de los ingresos familiares y el aumento de su capacidad para invertir e incluyó la capacitación y supervisión con un enfoque particular en la inclusión de mujeres agricultoras.

Construyendo sobre lo que hemos aprendido

A close-up of hands holding a trowel tending a row of green plants in a field

Sabemos que tenemos más que aprender y más que hacer ya que planificamos la siguiente fase de nuestro trabajo con los agricultores para hacer que sus medios de vida y nuestra cadena de suministro sean más sostenibles.

Llevamos algunos aprendizajes clave de ELF a este trabajo futuro.

Una es la importancia de involucrar de cerca a los pequeños propietarios en el diseño de los proyectos, para que siempre sean relevantes. Esto contribuye a generar la confianza que es un elemento vital de un proyecto y también ayuda a garantizar que haya impulsores comerciales claros tras nuestro trabajo.

Otro es el valor de apoyar a los agricultores con cultivos alternativos, siempre que se gestionen bien, y asegurarse de que los agricultores reciban apoyo a través del acceso a la financiación y una buena formación en prácticas agrícolas sostenibles.

Nos aseguramos de aprovechar el éxito de nuestro modelo de empoderamiento de género, por lo que nuestra cadena de suministro sigue creando oportunidades para las mujeres a medida que se vuelve más próspera y una base más sólida para nuestro negocio.

Descubre nuestros proyectos completados del Fondo para la mejora de los medios de vida.

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